Por: Ing. Arnaldo Abreu, CSFPC, RWVCP, SFPC, LLL
Las competencias digitales son los conocimientos, las capacidades, las habilidades o las destrezas que permiten utilizar la información y la tecnología digital de manera estratégica. Surge así el concepto de liderazgo digital, centrado en la gestión de los activos digitales de la compañía.
El objetivo es que la empresa adquiera los conocimientos y las herramientas para desarrollar su negocio en el marco de la digitalización, que cree un ecosistema competitivo en un entorno en el que la innovación marca las pautas. Las organizaciones se redefinen a sí mismas con nuevos modelos de gobierno y de toma de decisiones.
Las compañías que deseen posicionarse en su sector han de incorporar todo un conjunto de competencias digitales. Surgen nuevos perfiles profesionales que han de integrarse en una empresa para ejercer las funciones del liderazgo digital, cuyo propósito es el de asegurar la calidad de los activos que ahora son determinantes para la toma de decisiones en la organización.
El proceso de digitalización incluye todo el conjunto de sistemas que integran los negocios digitales. No se trata solo del uso de correo electrónico o de servidores en una compañía, sino que va más allá para centrar el desarrollo empresarial en el marco de la era digital. Incluye la gestión de datos, de los procesos y de la información que afecta a toda la empresa. El liderazgo digital es determinante en la actual toma de decisiones, independientemente del sector al que pertenezca la organización.
Las competencias digitales para la transformación de la empresa
La transformación digital de la empresa exige de un equipo preparado y capacitado para llevarla a cabo, además de las herramientas y los conocimientos que permitan la adaptación de la compañía al nuevo entorno. No se trata solo de una cuestión de tecnología, sino de cultura empresarial, que implica la gestión del talento y la profesionalidad para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado. Un desafío en toda regla para el que conviene estar bien preparado.
1. Conocimiento
El conocimiento digital incluye la colaboración y la innovación continua en la organización, puesto que la transformación de las organizaciones exige un continuo aprendizaje y una formación permanente de los equipos. Solo así se puede conseguir un auténtico liderazgo digital.
Para ello, las empresas han de alimentar a los miembros de la organización con las herramientas, la tecnología y los conocimientos que permitan impulsar su capacidad y el proceso de adaptación al cambio. Es imperativo entender el entorno y las oportunidades que se generan, actualizar constantemente los conocimientos y establecer una colaboración que implique los diferentes niveles empresariales con sistemas de comunicación ágiles y prácticos.
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2. Capacidad para gestionar la información
En Internet se procesa una infinita cantidad de información todos los días. El reto está en la capacidad para obtener esos datos, procesarlos, seleccionarlos, analizarlos, gestionarlos e interpretarlos para que puedan resultar beneficiosos para la empresa. Las organizaciones necesitan de los perfiles adecuados para realizar todos estos procesos, además de dotarlos de medios que favorezcan su continuo aprendizaje y el trabajo que realizan en la red.
3. Comunicación
Una de las principales transformaciones de la era digital ha sido la comunicación. Internet ha cambiado radicalmente la manera en la que las personas, las empresas y las organizaciones en general se comunican. La comunicación digital podría considerarse la más básica de las competencias digitales, puesto que es completamente holística e implica todos los públicos de una empresa.
La comunicación digital ha de ser permanente, constante y relevante, además de ser distribuida de manera idónea. Cada miembro de la organización tiene ante sí el reto de comunicarse con eficiencia con el resto de miembros, equipos y áreas implicadas. La empresa ha de disponer los medios, las herramientas y los recursos para que pueda realizarse correctamente.
4. El trabajo en Internet
Los profesionales que trabajan en la red son capaces de mover la información, los recursos y las personas. Es un trabajo en equipo constante que ofrece la posibilidad de estar conectados, de compartir y de crear de manera conjunta, de ahí que la colaboración sea uno de los pilares fundamentales del liderazgo digital.
Las personas trabajan interconectadas continuamente y, para ello, conviene estar preparadas. No se trata del trabajo individual de cada uno de los miembros. Hoy más que nunca el resultado es colectivo y compartido. Los profesionales que dominan los procesos de la red han de disponer de las herramientas y los recursos para que esa colaboración sea eficiente y factible.
Además, este tipo de liderazgo exige un perfil personal humilde y bidireccional. No se trata de ordenar o guiar, sino que hay que saber escuchar, estar atento al feedback, negociar, compartir, contribuir y gestionar los procesos para que la maquinaria funcione correctamente. Una organización no puede mantenerse ajena a la opinión y a la reacción que sus acciones tienen en su mapa de stakeholders.
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5. Aprendizaje y superación
El entorno digital cambia constantemente. La velocidad de la innovación es un auténtico desafío para los profesionales que encarnan la condición de líderes digitales de las organizaciones. No solo hay que estar actualizados, sino que conviene aprender a aprender. El aprendizaje ha de ser continuado y forma parte de las competencias digitales más importantes de este tipo de perfiles profesionales. La actualización constante es uno de los pilares de la actual competitividad empresarial.
Este tipo de aprendizaje va más allá de la adquisición de conocimientos, se trata de desarrollar la capacidad de estar aprendiendo continuamente y hacerlo en la red. Se trata de saber gestionar ese aprendizaje, de asumir un rol activo en la comprensión de los valores que forman la actual cultura digital.
6. Visión
La capacidad de disponer de una visión estratégica es fundamental para el liderazgo digital. El líder es el impulsor del cambio, de la transformación digital, lo que implica el fomentar la actualización y la formación continuada del equipo humano y disponer de los recursos adecuados. Para aprovechar las oportunidades de negocio, hay que valorarlas y apreciarlas.
7. Liderazgo
La capacidad de liderazgo es muy importante en los miembros que guíen los procesos de transformación digital de las organizaciones. Es fundamental que sepan trabajar en equipo y promuevan la colaboración continuada en el tiempo, puesto que, en la era digital, los resultados son fruto del trabajo compartido. Para poder realizar un correcto liderazgo digital, conviene tener las competencias digitales pertinentes que incluyen la gestión de la comunicación y de la información, además del trabajo en red.
El líder digital no basa su liderazgo en el autoritarismo, sino en sus propios conocimientos del entorno y sus capacidades para colaborar y ser un auténtico motor o impulsor del cambio. Favorece el crecimiento de los miembros del equipo, delega, desarrolla sus funciones desde la confianza, promueve el diálogo y la resolución de los conflictos.
8. Públicos
Las organizaciones de la era digital han de tener presente a los diferentes públicos de la compañía. Han de aprovechar todo el potencial que brinda la red para optimizar todos los procesos, incluyendo la escucha activa y la capacidad de respuesta para ofrecer una mejora continua de sus servicios y de sus productos. Es fundamental interactuar, comprender y entender las necesidades que se tienen para aprovechar las oportunidades que surjan. En el mapa de stakeholders, el cliente ocupa un lugar destacado, aunque la rentabilidad y la competitividad de una compañía no gira solo alrededor del consumidor o cliente.
Funcionamiento del liderazgo digital
Así pues, el liderazgo digital forma parte de las competencias digitales que han de incorporar los miembros y las organizaciones para posicionarse en el actual mercado. En una compañía, el líder digital funciona de la misma manera que lo hace un director financiero o uno de ventas, es el impulsor y el guía del cambio para que la empresa pueda realizar su transformación digital con éxito.
Todas las áreas de una empresa trabajan en entornos digitales, con lo que se exige la máxima precisión, eficiencia y agilidad en los procesos para poder mantener los niveles de competitividad. El responsable de que la maquinaria funcione correctamente es el líder digital de la empresa, es quien se ocupa del cuidado de la calidad y del valor de las informaciones o las comunicaciones que se realizan.
El perfil más adecuado para ejercer el liderazgo digital es el del director de información o CIO (Chief Information Officer). Son personas que tienen acceso a la tecnología, conocimientos y competencias digitales para ejercer sus funciones con total responsabilidad. Es muy importante que la compañía confíe en su CIO si desea agilizar todos sus procesos, puesto que será quien le brinde los datos y las informaciones sobre los que se hará la toma de decisiones de la empresa.
Hoy en día, desde el liderazgo digital se impulsa la transformación de las organizaciones de manera integral, desde los recursos o procesos hasta la dotación de las competencias digitales al equipo humano. Las compañías que deseen mejorar su posicionamiento en el mercado necesitan este tipo de perfiles, independientemente del sector económico en el que desarrollen su actividad. La transformación digital es una constante que tiene la clave de la supervivencia de cualquier empresa..
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