En esta ocasión, doce niños con
autismo y síndrome de Down alcanzaron los objetivos contemplados en su plan
terapéutico y la institución los presentó junto a sus familiares en una
motivadora actividad denominada “Mi apellido es CAID”.
Hoy se eleva a 47 el número de
chicos que han concluido sus terapias y se han incorporado al entorno social
que los rige junto a sus familias, desde que el CAID inició sus operaciones, en
Santo Domingo Oeste.
“Identidad de nuestros
egresados”
“Nuestros niños son la parte principal de nuestro
ADN, por ellos y por sus familias existimos, por lo que el apellido CAID sigue
siendo la identidad de nuestros egresados”.
“Culminan un proceso,
pero no se van”
Taveras aclaró que al completar su plan
terapéutico, los niños y sus familias seguirán recibiendo beneficios de
información, orientación e integración a las actividades del CAID.
“Mi apellido es CAID” no representa el cierre
de una etapa, sino el cumplimiento de una meta, cuyo trayecto para muchos
parecía imposible. A cada familia que egresa, le entregamos un calendario con citas de seguimiento en los
servicios terapéutico que necesite durante un año posterior a su egreso. El
centro seguirá apoyándolas, en tiempo indefinido, además con entrenamientos y
capacitaciones desde el servicio de intervención grupal y las charlas
psicoeducativas abiertas al público.”
“CAID es su segundo
hogar”
Durante la actividad se proyectó un
vídeo testimonial en el que seis familias contaron sus experiencias durante el
proceso terapéutico intensivo. Madres y padres coincidieron con que el CAID es
su segundo hogar.
“El CAID es su segundo hogar. Ella y
nosotros nos sentimos así, como que el centro es una extensión de su propia
casa”. Darleny López madre de Emely Morales, una niña con la condición de asperger,
uno de los trastornos del espectro autista.
“Con los excelentes servicios del
CAID me siento confiada y como si estuviéramos en casa”, dijo Andreina Brangan,
madre de Angelina Cruz Branagan, una niña con síndrome de Down.
“Aquí nos tratan como si fueran parte
de nuestro hogar, como familia todas las terapias nos han ayudado a mejorar
nuestra calidad de vida y a entender la condición de nuestro niño. Dijo Alejandra
Gómez madre de Anthony de Jesus Gomez, niño con autismo.
Culminó con el testimonio del joven Alci
Polanco, quien tiene la condición de Asperger y cuyos médicos y terapeutas
laboran en el CAID, por lo que él consideró en sus palabras que su “apellido
también es CAID”.
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